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Datos y cifras

·         La violencia contra la mujer constituye un importante problema de salud pública y una violación de los derechos humanos.

·         La falta de acceso a la educación y a oportunidades y el bajo estatus social en la comunidad son factores relacionados con la violencia contra la mujer.

·         La violencia de pareja es una de las formas más comunes de violencia contra la mujer.

·         Muchos problemas de salud física, mental, sexual y reproductiva y de salud materna se deben a la violencia contra la mujer.

·         Muchas mujeres no buscan ayuda ni informan sobre sus experiencias cuando son víctimas de la violencia.

 

Se definen a la violencia contra la mujer como todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la privada.

 

Hay muchas formas de violencia contra la mujer, incluidos el abuso sexual, físico o emocional por la pareja; el abuso físico o sexual por familiares u otras personas; el acoso y el abuso sexual por figuras de autoridad (como profesores, funcionarios de policía o empleadores); el tráfico para trabajos forzados o explotación sexual; y prácticas tradicionales tales como los matrimonios forzados o infantiles; la violencia relacionada con la dote; y los homicidios por honor, en que se sacrifica a la mujer para proteger el honor familiar. Los abusos sexuales sistemáticos en las situaciones de conflicto son otra forma de violencia contra la mujer.

Alcance del problema

·         En un estudio realizado por la OMS en diez países acerca de la salud de la mujer y la violencia doméstica

o    Entre un 15% y un 71% de las mujeres declararon que habían sufrido violencia física o sexual perpetrada por el marido o la pareja.

o    Muchas mujeres declararon que su primera experiencia sexual no había sido consentida

o    Entre un 4% y un 12% de las mujeres refirieron haber sufrido malos tratos físicos durante el embarazo.

·         Cada año, unas 5000 mujeres son asesinadas por miembros de su familia en defensa de su honor en todo el país.

·         El tráfico de mujeres y niñas para trabajos forzados y explotación sexual es un fenómeno generalizado que suele afectar a las más vulnerables.

·         Los matrimonios forzados y los matrimonios infantiles suponen una violación de los derechos humanos de las mujeres y las niñas, pero son una práctica extendida en numerosos estados del país.

·         En todo el mundo, hasta una de cada cinco mujeres y uno de cada 10 hombres refieren haber sufrido abusos sexuales en su infancia. Esos niños tienen muchas más probabilidades de verse implicados en otras formas de abuso más adelante en la vida.

Efectos sobre la salud

Las repercusiones en la salud pueden ser un resultado directo de la violencia o un efecto a largo plazo de la misma.

·         Traumatismos: los abusos físicos y sexuales infligidos por la pareja conllevan traumatismos muy a menudo. La violencia de pareja es la principal causa de traumatismos no mortales entre las mujeres.

·         Muertes: las defunciones por violencia contra la mujer comprenden los asesinatos por honor (cometidos por familiares por razones culturales); el suicidio; el infanticidio femenino (asesinato de niñas lactantes); y las defunciones maternas por abortos inseguros.

·         Salud sexual y reproductiva: la violencia contra la mujer se asocia a infecciones de transmisión sexual, como la infección por VIH/SIDA, los embarazos no deseados, problemas ginecológicos, abortos provocados, y problemas durante el embarazo, como el aborto espontáneo, un peso bajo al nacer y la muerte fetal.

·         Comportamientos de riesgo: los abusos sexuales durante la infancia se asocian a tasas más altas de prácticas sexuales de riesgo (como la precocidad de la primera experiencia sexual, la promiscuidad y las relaciones sexuales sin protección), el uso de sustancias y una mayor victimización. Cada uno de esos comportamientos aumenta el riesgo de sufrir problemas de salud.

·         Salud mental: la violencia y los abusos aumentan el riesgo de depresión, trastorno de estrés postraumático, insomnio, trastornos de los hábitos alimentarios y sufrimiento emocional.

·         Salud física: los abusos pueden dar lugar a muchos problemas de salud, incluidas cefaleas, lumbalgias, dolores abdominales, fibromialgia, trastornos gastrointestinales, una movilidad limitada, y una mala salud general.

Costos sociales y económicos

Los costos sociales y económicos de la violencia contra la mujer son enormes y repercuten en toda la sociedad. Las mujeres pueden llegar a encontrarse aisladas e incapacitadas para trabajar, perder su sueldo, dejar de participar en actividades cotidianas y ver menguadas sus fuerzas para cuidar de sí mismas y de sus hijos.

¿Quiénes están en riesgo?

Aunque los factores de riesgo varían, hay algunos rasgos que hacen más probable la violencia. Los factores de riesgo potenciales pueden clasificarse del siguiente modo:

 

·         Individuales: entre los rasgos personales asociados a un mayor riesgo de violencia cabe citar los siguientes: la juventud, un estatus socioeconómico bajo, una historia de maltrato y de uso de sustancias, y, en el caso de la violencia de pareja, el tipo de compañero elegido. Los rasgos de la pareja que entrañan riesgo para las mujeres son el consumo de alcohol y drogas, un bajo nivel educativo, una actitud negativa hacia las mujeres, y el hecho de haber presenciado actos de violencia doméstica contra mujeres o de haber sufrido malos tratos de niño.

·         Familia y parientes: en el seno de las familias, el riesgo de violencia aumenta con los conflictos conyugales, la dominación masculina, las dificultades económicas y las desavenencias familiares.

·         Comunidad: dentro de las comunidades, el riesgo es mayor allí donde hay desigualdad por razón de género o falta cohesión comunitaria o recursos.

·         Sociedad: a un nivel más general, el riesgo más elevado se da en las sociedades con normas tradicionales sobre el género o con falta de autonomía de las mujeres, allí donde se aplica una legislación restrictiva a la propiedad y la herencia de bienes, y en los casos de desintegración social por conflictos o desastres.

Prevención y respuesta

Se requiere un mayor trabajo de evaluación para determinar la eficacia de las medidas de prevención de la violencia. Algunas de las intervenciones con resultados más prometedores son el fomento del nivel educativo y las oportunidades de las mujeres y niñas, la mejora de su autoestima y sus aptitudes de negociación, y la reducción de las inequidades por razón de género en las comunidades.

Otros esfuerzos que se han revelado eficaces son actividades emprendidas con los adolescentes para reducir la violencia en sus citas; programas de apoyo para los niños que han presenciado actos de violencia de pareja; campañas masivas de educación del público; y medidas de colaboración con hombres y niños para cambiar las actitudes sobre las inequidades por razón de género y la aceptabilidad de la violencia.

La defensa de las víctimas, una mayor sensibilización sobre la violencia y sus consecuencias entre los trabajadores sanitarios, y un más amplio conocimiento de los recursos disponibles para las mujeres maltratadas (como asistencia jurídica, alojamiento y cuidado de los niños) pueden mitigar las consecuencias de la violencia.

Respuesta:

Los asociados colaboran para reducir la violencia contra la mujer mediante iniciativas que ayudan a identificar y cuantificar el problema y responder al mismo, entre ellas:

1.    El acopio de datos probatorios sobre el alcance y los distintos tipos de violencia en diferentes entornos. Esta medida es fundamental para comprender la magnitud y la naturaleza del problema a nivel mundial.

2.    La elaboración de orientaciones para los Estados Miembros y los profesionales de la salud a fin de prevenir la violencia y reforzar las respuestas del sector de la salud a ese fenómeno.

3.    La difusión de información a las comunidades del estado y el apoyo a los esfuerzos nacionales tendentes a impulsar los derechos de las mujeres y prevenir la violencia

4.    La colaboración con organismos y organizaciones internacionales para disuadir de ejercer violencia contra la mujer a nivel mundial

 

La violencia contra la mujer adopta formas diversas, incluidos la violencia en el hogar; las violaciones; la trata de mujeres y niñas; la prostitución forzada; la violencia en situaciones de conflicto armado, como los asesinatos, las violaciones sistemáticas, la esclavitud sexual y el embarazo forzado; los asesinatos por razones de honor; la violencia por causa de la dote; el infanticidio femenino y la selección prenatal del sexo del feto en favor de bebés masculinos; la mutilación genital femenina y otras prácticas y tradiciones perjudiciales.

La Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993, demuestra el reconocimiento y la comprensión internacionales de que la violencia contra la mujer es una violación de los derechos humanos y una forma de discriminación contra la mujer.

En la Plataforma de Acción adoptada en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, se define la violencia contra la mujer como una de las 12 esferas de especial preocupación que deben ser objeto de particular hincapié por parte de los gobiernos, la comunidad internacional y la sociedad civil.

Entre las conclusiones convenidas del período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas figuran medidas destinadas a prestar apoyo a la labor de las organizaciones no gubernamentales, combatir todas las formas de trata de mujeres y niñas, promover y proteger los derechos de los trabajadores migrantes, en particular las mujeres y los niños, y promover las actividades coordinadas de investigación sobre la violencia contra la mujer.

 

Violencia en el hogar

La violencia en el hogar, especialmente los golpes a la cónyuge, es tal vez la forma más generalizada de violencia contra la mujer. En lugares en que se realizan estudios fiables en gran escala sobre la violencia basada en el género, se informa de que más del 40% de las mujeres han sido víctimas de maltrato por los hombres con los que viven.

De acuerdo con estudios realizados, las violaciones y la violencia en el hogar culminan en la pérdida de más años de vida saludable, entre las mujeres de 15 a 44 años de edad.

La violencia familiar se destaca por: represión, marginación, guerra de poderes en el matrimonio, alcoholismo, tabaquismo, machismo y neurosis en personas del sexo masculino.

Todo esto según resultados arrojados por investigaciones de la comisión nacional de los derechos humanos.

 


Trata de personas

Se  calcula que la trata de mujeres y niños, que casi siempre se realiza para la explotación sexual con fines comerciales, genera hasta 8.000 millones de dólares anuales. Las enormes ganancias que obtienen los perpetradores, que cada vez están más vinculados a la delincuencia organizada, han convertido ese delito en una amenaza mundial que se extiende rápidamente.

Las mujeres y niñas pobres figuran entre los principales grupos afectados por los tratantes debido a su marginación y limitados recursos económicos lo cual las convierte en una de las sociedades más vulnerables. Algunas participan voluntariamente animadas por promesas de mayores ingresos y la esperanza de dejar atrás la pobreza. Otras lo hace obligadas, y muchas terminan en la prostitución contra su voluntad.

 


La problemática social sobre el maltrato y trata de personas en mujeres se ha convertido según estándares: en una problemática de gran magnitud que necesita atención inmediata tanto por parte de las autoridades como la cooperación de la sociedad ante estos suceso